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Ramble On: 50 años de Sabbath

El 13 de febrero de 1970 algo cambió en la música, y nunca más fue lo mismo. Con los Rolling Stones y los Beatles encabezando las listas la década anterior, la industria musical experimentó un cambio a finales de los sesenta; San Francisco vivió el verano del amor, los Beatles dejaron el ácido y se fueron a la India, Muddy Waters publicó Electric Mud, Hendrix incendió su guitarra e introdujo el wah-wah a las masas, y los New Yardbirds se convirtieron en Led Zeppelin. En 1970, el cambio estaba en el aire. En Birmingham se había estado gestando algo durante un tiempo, con cuatro chicos locales, Tony, Geezer, Ozzy y Bill, que se unieron para hacer música, con la esperanza de que su banda despegara lo suficiente como para mantenerlos fuera de las fábricas locales. Poco sabían de la aventura que les esperaba…

Comenzando como “The Polka Tulk Blues Band”, cambiaron su nombre a “Earth”, antes de convertirse finalmente en “Black Sabbath”. Antes de esto, Tony y Bill habían estado juntos en Mythology, y Geezer y Ozzy en Rare Breed. Sin embargo, su actual proyecto musical no se parece a nada que hayan hecho antes.

Con el lanzamiento de su álbum de debut autotitulado el 13 de febrero de 1970, Black Sabbath voló las mentes y derritió los cerebros. El tema de apertura del álbum, también convenientemente llamado “Black Sabbath”, comienza con un rugido de truenos y campanas de iglesia, antes de que Tony Iommi se sumerja en la mierda más pesada que el mundo haya visto jamás, y en una versión ralentizada y lúgubre de una parte de “Mars, the Bringer of War” de Los Planetas de Gustav Holst. El álbum no recibió precisamente elogios de la crítica, sino todo lo contrario, pero no pasó desapercibido; la gente hablaba y se estaba creando una base de fans, y apenas siete meses después, lo siguieron con un segundo álbum digno de su predecesor, el poderoso “Paranoid”. A pesar de que la radio se negaba a poner su música y los críticos seguían despreciando su sonido, Black Sabbath había llegado para quedarse. Cinco décadas más tarde, han vendido más de 70 millones de discos en todo el mundo y su impacto musical es innegable, lo que les convierte en una de las bandas de heavy metal y doom más influyentes de todos los tiempos.

Cuando escuché por primera vez a Black Sabbath, ya llevaban décadas con artistas de la talla de Dio, Cozy Powell, Glenn Hughes e Ian Gillian, por nombrar a algunos, que se movían por la banda, y yo ya estaba familiarizado con la música pesada a través de gente como Motörhead y Iron Maiden. Aun así, Black Sabbath era diferente a todo lo que había escuchado antes, y no puedo ni imaginarme haber estado acostumbrado a años de inocencia en forma de ‘Yellow Submarine’ y The Mamas & The Papas, para luego ser golpeado por un muro de sonido en forma de Black Sabbath – ¡qué época para estar vivo para un momento así en la música!

https://www.youtube.com/watch?v=eyVgFCTm1Bk

Cuando entrevistamos a los artistas Orange, siempre nos interesa saber más sobre cómo nos conocieron, ya sea porque vieron tocar los amplificadores Orange o porque los tocaron ellos mismos. La respuesta más común a esta pregunta, a través de una variedad de géneros, artistas y generaciones, es la actuación de Black Sabbath en el Beat Club en 1970, haciendo sonar “Paranoid” con una línea de fondo completa Orange:

“Puedes ver el vídeo de ‘Paranoid’ de Black Sabbath en el que tanto Iommi como Geezer Butler usan Orange, así que cuando me dieron la oportunidad de probarlo por mí mismo lo cogí enseguida; Orange siempre ha tenido ese ‘aura de los maestros'”.
– Andreas Kisser, Sepultura

Otros artistas que mencionan la actuación de Black Sabbath en el Beat Club son Truls Mörck de Graveyard, Giorgos de 1000 Mods y Thomas de Monolord. No hace falta decir que Black Sabbath ha servido de inspiración a generaciones de artistas y aspirantes a músicos, y que probablemente nos han ayudado a lanzar un par de amplificadores. Así que, Black Sabbath, Tony, Geezer, Ozzy, Bill y todos los demás que pasaron por la banda y mantuvieron vivo su legado, gracias, por todo lo que hicisteis por la música, por todos los que inspirasteis y por todos los que entretuvisteis.