El libro de registro naranja

Los amplificadores Orange venían con su propio libro de registro: seguimiento del historial de servicio, propiedad y autenticidad, al igual que los autos clásicos de la época.

Cliff Cooper, fundador y director ejecutivo de Orange, explica una nueva evolución en el servicio: «Los amplificadores Orange salían de fábrica con su propio libro de registro: una tarjeta de garantía y un registro de servicio de los primeros tiempos. Inspirado en los libros de registro de automóviles del Reino Unido, este registro registraba la antigüedad, el historial y las fechas de servicio del amplificador. Cada cliente registraba su amplificador, lo que nos permitía avisar a los representantes cuando se producía una venta local. Si el amplificador necesitaba servicio en un centro Orange, el trabajo se registraba cuidadosamente en el libro».

Por qué importaba

Esta pequeña innovación trajo beneficios reales. Los compradores de Oranges de segunda mano podían consultar el registro para ver las piezas originales y el historial de servicio, lo que los protegía contra robos o modificaciones. El registro se convirtió en un éxito de marketing, reforzando la transparencia y la responsabilidad. En ocasiones, los amplificadores se devolvían varias veces para obtener sellos, lo que demostraba que los clientes apreciaban el cuidado que respaldaba nuestra marca.