RIFFLORD, ¿quiénes sois y de qué vais?
Wyatt: Empezamos en 2007 en el sótano de una casa punk donde vivían 8 personas. Todos formábamos parte de grupos de punk/hardcore por aquel entonces, y empezamos a indagar en las raíces de la música heavy con grupos como Blue Cheer, Hawkwind, Deep Purple y, por supuesto, Black Sabbath, que nos iluminaron el camino. Pronto empezamos a buscar todos los amplificadores de válvulas vintage que pudimos encontrar para recrear ese tono. Han pasado 13 años desde entonces, los miembros han venido y se han ido pero el núcleo sigue siendo el mismo: amplificadores de válvulas ruidosos, baterías pesadas y un órgano hammond ruidoso.
Al ser chicos del medio oeste rural nos criamos con mucho country y nos rebelamos escuchando heavy/hard rock y metal. Nos formaron bandas y artistas como T. Rex, MC5, Sabbath, Motorhead, Hawkwind, Judas Priest, ZZ Top, Robert Johnson, Mississippi Fred Mcdowell, Hank Williams, Waylon Jennings, Willie Nelson. A la hora de bautizar la banda, nuestras opciones de nombre eran Kilowatt o RIFFLORD. Por suerte, elegimos esta última opción.
Habéis sacado dos discos hasta ahora, ¿qué podéis contarnos sobre ellos?
Wyatt: “26 Mean and Heavy” fue grabado y mezclado por nosotros mismos en un sótano de la mansión Riff Easy. Era una casa que compartíamos con algunos skaters locales. Se inundaba repetidamente, así que pusimos nuestros 4×12 naranjas sobre bloques de cemento para protegerlos de los daños del agua. La casa estaba maldita, literalmente. Las bombillas de arriba explotaban de vez en cuando, un extraño lodo negro empezó a salir de los desagües de la casa, aparecieron voces en las grabaciones que no debían estar ahí. Estábamos jugando con algo de magia de Jimmy Page/Crowley entonces. Se puede escuchar esa magia mugrienta en el disco, jaja.
“7 Cremation Ground” fue un reto de año y medio. Grabado y mezclado por Mike Dresch de Cathouse Studios. Yo me había mudado a nuestro rancho y el resto de los miembros vivían en diferentes estados, Texas, Minnesota, y a otras 3 horas de mí en Dakota del Sur. Enviamos archivos, compramos billetes de avión y pasamos innumerables horas en coche para conseguirlo. Cuando todo estaba dicho y hecho, el material abarcaba más de una década de canciones procedentes de todos los espectros de influencia musical.
Vayamos al grano, ¿cuál es tu historia y experiencias con Orange?
Wyatt: La primera vez que vi uno en una casa de empeño en Rapid City SD, era el Orange Hustler Reverb Twin. Tenía un precio de 125 dólares y yo era demasiado joven para pagarlo. El siguiente avistamiento fue el infame vídeo en directo de Black Sabbath que me hizo suspirar por ese sonido. Mi primer Orange Amp fue un regalo de mi ahora esposa Tory. Un AD140 de doble canal Orange. Fue un trueno directo. El sonido era diferente a todo lo que había escuchado o tocado. Me hizo empezar a bajar por una pendiente resbaladiza que ahora es una adicción amorosa. Mi colección actual de Orange consiste en dos OR120 de sólo gráficos, un OR80, un Overdrive 120, un OR100 y un AD200.
¿Qué buscáis en un amplificador, y cuál es la configuración actual de la banda?
Wyatt: Tiene que ser capaz de manejar una gran cantidad de graves manteniendo la claridad, ser amigable con los pedales, y no ser ese tipo, pero tiene que tener un buen aspecto. Orange es todo lo anterior. Actualmente estamos en marcha:
Guitarras: dos OR120 y una OR100 a través de dos 6×12, OR120 y OR80 a través de dos 6×12
Órgano Hammond/Teclas: AD200a través de un 2×15 y un 4×10.
Bajo: AD200a través de 8×10 y 2×15
¿Cómo es un día en la vida de Rifflord? ¿Adorar a Iommi y relajarse?
Wyatt: Después de ocuparnos de las tareas del rancho es apilar cabinas, enchufar cabezales y cocinar tubos.
