NO DEBERÁS…

No están exactamente grabados en piedra como los verdaderos mandamientos y no te va a caer un rayo o lo que sea que ocurra si los rompes, pero hay algunas cosas que nunca deberían ocurrir cuando se trata de tocar en una banda (aunque todos sabemos que lo hacen).

 

…ya se ha dicho bastante.

 

OLVIDAR EL NOMBRE DEL CLIENTE O EL MOTIVO DEL ESPECTÁCULO

Hacemos muchos conciertos, así que se podría decir que es inevitable que se produzcan algunas confusiones. Equivocarse en el nombre de la persona no es tan malo (siempre se puede culpar al baterista), pero llegar a un lugar y esperar tocar una fiesta de bodas y descubrir que te equivocaste y que en realidad es un funeral es demasiado exagerado (tal vez también estemos estirando el ejemplo un poco más allá, pero síguelo). Si la banda no cuenta con esa persona lo suficientemente analítica como para registrar todos los detalles (ya sabes el tipo… hojas de cálculo, etc.), tienes que idear alguna forma de asegurarte de que sabes lo que está pasando.

¿Es tu memoria tan buena como la de Dory?

 

OLVIDA LO QUE ESTÁS CANTANDO O TOCANDO

A diferencia de nuestros iconos del rock, nosotros no tenemos el privilegio de contar con sofisticadas indicaciones (de todos modos, no cabrían en la mitad de los escenarios en los que los mortales tenemos el honor de tocar), así que, a menos que seas una de esas personas que navegan por Internet para encontrar la letra y/o los acordes correctos, etc., y luego los imprimes o los escribes, depende de ti recordar cómo va la canción. Este es uno de los errores no tan graves que pueden ocurrir y puede ser una fuente de gran diversión, especialmente para tus compañeros de banda… después de todo, ¿cuántas veces el público se da cuenta de los errores que cometemos? Además, a todo el mundo le encanta que el cantante haga su mejor imitación de Kenny y murmure ‘…mphmmphh mphhmm mpphmmp…’ en el micrófono en lugar de ‘…sweet child o’ mine…’.

 

No seas como el Conejo Blanco.

LLEGAR MUY TARDE O PRESENTARSE EN EL LUGAR EQUIVOCADO

Como músico tienes ciertos privilegios, pero llegar muy tarde o incluso a un lugar equivocado (sí, se ha hecho) no es uno de ellos. Evidentemente, todo el mundo tiene algún momento de espina dorsal y se pierde en el laberinto que es el local (al fin y al cabo, todos son muy grandes), pero como grupo de trabajo, una gran parte de tu reputación estará ligada a tu puntualidad y a que llegues a los conciertos cuando dices que lo harás.

 

…incluso le pasa a los Storm-Troopers aparentemente…

 

OLVIDA TU EQUIPO

Una vez que se ha dado la vuelta a la manzana unas cuantas veces y se han acumulado unos cuantos años (incluso décadas) de juego, es de suponer que se habrá experimentado casi todo lo que puede ir mal. Este escritor lleva mucho tiempo tocando y en todos esos años nunca ha sufrido ningún problema catastrófico en lo que se refiere a fallos de memoria sobre equipos esenciales por mi parte o por parte de un miembro de mi banda, hasta que recientemente… y ahora ha sucedido dos veces (afortunadamente yo no he sido el culpable en ninguna de las dos ocasiones). Todavía es un misterio cómo el guitarrista se olvidó de su guitarra una vez y de su amplificador en otra ocasión (lo que supuso un viaje de ida y vuelta de una hora y media para conseguirlo), pero ocurrió. Me alegra informar de que, a pesar de los problemas, el espectáculo se desarrolló según lo previsto y, sorprendentemente, incluso empezó a tiempo.

 

…puede haber gremlins en el sistema si fluye demasiada cerveza…

 

SÁLLATE

Sí, sí, sí… sabemos que el refrán dice sexo, drogas y rock n roll por una razón y, para ser sinceros, este viene con un poco de advertencia, pero sigue siendo cierto tanto si eres Slash como la leyenda del rock local. Estar borracho y luego “intentar” jugar es un gran no. Todos hemos pasado por ello de alguna forma: “…es un espectáculo, vamos a pasarlo bien…” o “…oh, el bar es gratis…” o “…alguien ha traído cerveza…”, pero todos sabemos cómo acaba… partes olvidadas, el quinto traste parece el noveno, la falsa confianza (“siempre he querido probar esa parte de claqué y me siento bien”), la caída del escenario, etc., etc. Sí, diviértete, pero no hagas el ridículo ni a ti ni a tus compañeros de banda. Si estás en una banda “en activo”, puede ser el final de tu mandato, ya que tus compañeros de banda se ponen en plan “aprendiz”, te señalan con el dedo y te dicen “estás despedido”, o puede que no consigas más reservas en ese local o, peor aún, que se corra la voz sobre tus travesuras y no consigas ninguna reserva… vale, estamos siendo un poco exagerados, pero podría ocurrir.